domingo, 26 de diciembre de 2010

La voz del llanto

El sueño detenido en el dormir
de las criaturas, silencia el cansancio
de los párpados.

No hay sosiego en esta quietud.
Solo quejumbre.
No hay fuerza en esta hora.
Solo bostezos.

Ni empuje.

Porque los hijos pesan como los libros;
para alimentar a la muerte.

Del Poemario (inédito) La voz del llanto