jueves, 6 de enero de 2011

La voz del llanto

No quiero más que un silencio
para mí y las que fui

Alejandra Pizarnik


Entre un carácter preñado de mimos
se abruma con esmero la que fue.

Sin respirar camina, come, duerme.
No sueña.

Volteándose del revés intuye
horas perecederas
allí donde juegan las niñas.

No, mamá. Las flores secas
no reverdecen.
Se pierden entre lazos de vientos.

Del Poemario (inédito) La voz del llanto